Qué es el Genu Recurvatum? Causas, Síntomas y Tipos

Cuando nos referimos a genu recurvatum o rodilla genu recurvatum, podemos decir que es un tipo de deformación en las piernas no tan común. Y es que se estima que solo 1 de cada 100.000 personas padece de esta afección.

Hablando en términos clínicos, este tipo de problemas es denominado como una dislocación congénita de la rodilla, hiperextensión congénita de rodilla o luxación congénita de rótula.

Esta afección es claramente visible, debido a que las piernas suelen formar un tipo de arco algo cóncavo y la rodilla se va literalmente hacia atrás.

Aunque no existe un tratamiento absoluto para el genu recurvatum, ya se han aplicado en muchos pacientes algunos tratamientos que ha arrojado resultados positivos.

Generalmente, con estos tratamientos se nota una mejoría en la condición de todos los pacientes que sufren de este problema en sus piernas.

Si quieres conocer más sobre qué es el genu recurvatum, causas, síntomas y tratamientos más comunes, ¡continúa leyendo!

Definición de Genu Recurvatum

El genu recurvatum se puede definir como un proceso de hiperextensión de la rodilla, resultando en un ángulo superior a los 180º y que en la gran mayoría de los casos tiene un origen congénito, suele ser bilateral y no presenta síntomas.

Por lo tanto, las rodillas en el genu recurvatum pueden presentar alrededor de 3 tipos de morfologías asociadas:

Hiperextensión

Aquí, la posición de la articulación de la rodilla sobrepasa el tipo normal anatómico y del propio movimiento.

Luxación anterior de la rodilla

Es cuando ocurre una dislocación de la articulación entre la tibia y la rodilla.

Subluxación anterior de la tibia

Se conoce como el desplazamiento de la articulación entre el fémur y la tibia, debido al estiramiento irregular de los tejidos blandos.

Causas del Genu Recurvatum

Debido a que existen múltiples causas que originan las rodillas genu recurvatum, los tratamientos serán diferentes en cada caso. En general, las causas de esta enfermedad son las siguientes:

Congénitas

En este caso particular, la luxación de la rodilla o el estiramiento anormal viene por herencia genética.

Adquiridas

Aquí, la deformación de las piernas es consecuencia de otro tipo de afección: mala nutrición, raquitismo, trastornos en el desarrollo, hipoplasia del ligamento, bipedestación prematura, contractura de los cuádriceps, entre otras.

Síntomas del Genu Recurvatum

El genu recurvatum se suele presentar de forma asintomática, sobre todo en el tipo congénito, en donde el desarrollo anormal de las piernas ocurre prácticamente desde que nace la persona.

Cuando esta afección es de tipo adquirida y suele afectar la estructura ósea y/o ligamentosa, pueden ocurrir algunas complicaciones.

Por lo tanto, se pueden presentar ciertos dolores, inestabilidad en la tibia y el fémur, desigualdad en el largo de las extremidades inferiores, entre otros síntomas.

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Si hablamos del punto de vista estético, el genu recurvatum afecta la imagen de los pacientes e incluso puede bajar la autoestima.

Es por ello que de presentarse esta afección, hay que realizar un diagnóstico oportuno e iniciar un tratamiento específico según las condiciones de la persona.

Tipos de Genu Recurvatum

Conócelos a continuación:

Congénito

Aquí, la deformación se presenta desde el nacimiento de la persona y se hace más visible con el desarrollo del individuo al transcurrir el tiempo.

En estos casos, se pueden aplicar diversos tipos de tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos (reducción y corrección) desde edades tempranas.

Bilateral

En este caso, la hiperextensión congénita de la rodilla se presenta en ambas extremidades y por ello se determina como bilateral.

En este tipo de genu recurvatum, no siempre las 2 extremidades poseen el mismo grado de desarrollo, ya que pueden existir morfologías asociadas algo diferenciadas.

Unilateral

La deformación de las rodillas es en forma cóncava y se presenta en una sola pierna. Es un tipo de genu recurvatum menos frecuente y es importante que se tenga el paciente en observación para llevar un control en ambas piernas, ya que es posible un desarrollo disímil de la enfermedad.

En estos casos, la pierna que está afectada es tratada con diversos tratamientos que arrojan resultados muy positivos.

Diagnóstico de Genu Recurvatum

A la hora de querer enderezar las piernas cuando existe un problema de genu recurvatum, es importante realizar un diagnóstico apropiado, para así determinar si el origen de la afección es de tipo congénita o adquirida.

Además, con el diagnóstico realizado por un especialista, se puede conocer el estado de avance de esta enfermedad.

En estos casos, se realizan radiografías en la parte afectada, para poder observar de forma más detallada los daños a profundidad, mucho más allá de la deformación visible.

Luego, se indican los tratamientos más adecuados según sea el caso del paciente.

Genu Recurvatum en los niños

Al producirse el genu recurvatum en bebés o en niños que están en desarrollo, se debe realizar una evaluación total para determinar si es una afección o malformación real.

En la edad infantil, si se hace una extensión de la pierna, esta se puede estirar hacia adelante de la rodilla de forma anormal.

Esto se puede producir en la infancia motivado a la elasticidad en los tejidos y articulaciones. Pero, este tipo de genu recurvatum no significa en todos los casos un tipo de malformación, lográndose de esa forma corregirlo a tiempo.

Pero, cuando sucede una malformación real, también pueden evitarse las consecuencias negativas si se realiza un tratamiento a tiempo, ya sea de tipo quirúrgico o no quirúrgico, que incluye terapias ortopédicas, fisioterapia y otras.

Indistintamente de cual sea el caso, se necesita de una apropiada evaluación, un control y seguimiento por parte de un especialista médico en el área.

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Tratamientos para Genu Recurvatum

El genu recurvatum se puede tratar de muchas formas, principalmente con terapias de reducción de tipo no quirúrgicas. Pero, cuando estas opciones no dan los resultados esperados,  se requiere aplicar una intervención quirúrgica.

Por ende, para conseguir el tratamiento ideal en cada caso, en necesario realizar una evaluación exhaustiva, para determinar el grado de deformación y si está afectando la estructura ósea y/o ligamentosa en la persona.

Por último, se debe conocer las morfologías que están presentes en cada pierna, si existe o no una subluxación anterior en la tibia o una luxación de la articulación de la rodilla (en una sola o ambas extremidades).

Después de realizado el diagnóstico apropiado, se puede proceder con un tratamiento específico. Entre ellos, destacan:

Tratamientos ortopédicos

Estos tratamientos son ideales en los casos en donde el ángulo cóncavo de las extremidades que están afectadas, no es tan pronunciado. Por ello, se puede utilizar una rodillera especial para tratar de forma eficiente la deformación.

Esta rodillera logra evitar un avance negativo de la luxación de la rodilla, y además ayuda con el fortalecimiento los tejidos blandos.

Adicionalmente, si se corrige la postura del paciente, también se puede lograr una mejor movilidad de las articulaciones afectadas, y de esa forma se evita el avance de forma progresiva de la degeneración.

Como punto adicional, es recomendado evitar el uso de zapatos con suela o tacón alto y no realizar caminatas muy prolongadas.

Tratamientos fisioterapéuticos

La fisioterapia también es otro tipo de tratamiento ideal para el genu recurvatum, logrando resultados positivos en muchos casos.

Esta terapia es ideal para detener el progreso de la degeneración, para disminuir la sobrecarga en los meniscos y para ayudar a corregir las diversas morfologías asociadas.

Adicionalmente, con la fisioterapia se podrán fortalecer los músculos de las piernas, así como lograr una regeneración de los tejidos duros y blandos.

Tratamientos quirúrgicos

Cuando hablamos de los tratamientos quirúrgicos para el genu recurvatum, destaca la osteotomía de abertura tibial anterior, la cual es ideal para lograr una corrección del ángulo de la tibia, para que así regrese a su posición normal.

Pero, también existen otros procedimientos quirúrgicos que logran resultados positivos, especialmente en casos moderados y algo graves, tanto en niños como adultos.

Ejercicios

También existen un conjunto de ejercicios para poder corregir el genu recurvatum. Estos pueden realizarse de manera autónoma o guiada por algún especialista.

Los ejercicios en estos casos, se realizan aplicando movimientos de contracción muscular en las extremidades del paciente, sin que la persona realice tanto esfuerzo.

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